miércoles, 21 de agosto de 2013

Pueden insultar a la periferia, pero no a ti...El mundo exterior solo puede tocarte en la periferia.

Ser testigo es la técnica para centrarse. Ya hemos hablado de centrarse: un hombre puede vivir de dos maneras: puede vivir desde su periferia o desde su centro. La periferia pertenece algo y el centro pertenece al ser. Si vives desde el ego, estarás siempre relacionado con lo otro. La periferia está relacionada con lo otro.  Hagas lo que hagas, no será una acción; será siempre una reacción. Lo haces en respuesta a algo que te hacen a ti. Desde la periferia no hay acción, todo es una reacción, nada viene de tu centro. En cierto modo, eres esclavo de las circunstancias. No estás haciendo nada; más bien te están obligando. 

Desde el centro, la situación cambia diametralmente. Desde el centro empiezas a actuar por primera vez empiezas a existir por derecho propio, no como algo relacionado.

Buda pasa por un pueblo. Algunos de sus habitantes están indignados, son completamente contrarios a sus enseñanzas. Le increpan, le insultan. Buda escucha en silencio y dice:
-Si ya habéis terminado, permitidme seguir mi camino. Tengo que llegar a la siguiente aldea, donde me están esperando. Si todavía queda algo en vuestra mente, podéis terminar de decirlo cuando vuelva a pasar por este camino de regreso.
-Te hemos insultado -dicen los aldeanos-. Te hemos increpado. ¿No vas a responder?
-Yo nunca reacciono. -dice
Buda-. Lo que vosotros hagáis es asunto vuestro. Yo ya no reacciono nunca y no podéis obligarme a hacer algo. Podéis insultarme; es asunto vuestro. Yo no soy un esclavo.
Me he convertido en un hombre libre. Actúo desde mi centro, no desde mi periferia, y vuestros insultos solo pueden tocar mi periferia, no mi centro. Mi centro se mantiene intacto.
Te sientes afectado, no porque hayan tocado tu centro, sino porque no tienes centro.

Eres solo tu periferia, estás identificado con la periferia. A la periferia le afecta todo, todo lo que ocurre. Es solo tu frontera con el exterior, así que todo lo que ocurre le afecta, y tú no tienes centro. En cuanto tienes un centro, te distancias de ti mismo, te distancias de tu periferia.

Pueden insultar a la periferia, pero no a ti. Tú te mantienes aparte, distanciado... existe una distancia entre tú y tu yo. Existe una distancia entre tú como periferia y tú como centro.  Y esa distancia no la puede saltar nadie más, porque nadie puede penetrar hasta el centro…
El mundo exterior solo puede tocarte en la periferia.
Por eso Buda dice: «Ahora estoy centrado. Hace diez años, habría sido diferente. Si me hubierais insultado, habría reaccionado. Pero ahora, solo actúo.»

Hay que entender con claridad la diferencia entre reacción y acción. Tú amas a alguien porque ese alguien te ama. Buda también te ama, pero no porque tú le ames; eso carece de importancia. Que tú le ames o no es irrelevante; él te ama porque es un acto, no una reacción. El acto sale de ti, y la reacción es algo que te fuerzan a hacer. Estar centrado significa que has empezado a actuar.
Otra cosa que hay que recordar es que cuando actúas, el acto es siempre total. Cuando reaccionas, no puede nunca ser total. Es siempre parcial, fragmentario, porque cuando actúo desde mi periferia -es decir, cuando reacciono-, no puede ser total porque no estoy verdaderamente implicado. Solo está implicada mi periferia así que no puede ser total.
Así pues, si amas desde tu periferia, tu amor nunca podrá ser total, será siempre parcial. Y eso es muy importante, porque si el amor es parcial, el espacio sobrante se llenará con odio.
Si tu amabilidad es parcial, el espacio sobrante se llenará de crueldad. Si tu bondad es parcial, ¿con qué se llenará el espacio sobrante? Si tu Dios es parcial, necesitarás un Diablo para llenar el espacio restante.  Eso significa que un acto parcial tiene por fuerza que ser contradictorio, en conflicto consigo mismo. Tu mente es anfibia, contradictoria... ante un mismo objeto reaccionas con amor y con odio. Y si el amor y el odio están presentes a la vez, tiene que haber confusión... una confusión venenosa. Tu amabilidad está mezclada con crueldad y tu caridad es un robo y tus oraciones se convierten en actos de violencia. Aunque intentes ser un santo en tu periferia, tu santidad estará manchada de pecado. En la periferia, todo resulta contradictorio.

Solo cuando actúas desde el centro tus acciones son totales. Y cuando un acto es total, posee una belleza propia. Cuando el acto es total, se vive momento a momento.  Cuando el acto es total, no cargas con el recuerdo; no es necesario. Cuando el acto es parcial, es una cosa inconclusa.


Osho

No hay comentarios:

Publicar un comentario